Como ya es habitual desde hace unos años, el pasado mes de julio en MBL ABOGADOS tuvimos la fortuna de contar en nuestro despacho con una asistente legal en prácticas llegada de la Universidad de Grenoble (Université Grenoble Alpes), Lana Nogaretto, a la que le agradecemos su implicación y saber hacer en cada uno de los casos en los que trabajó y por este artículo que reproducimos a continuación que nos permite conocer las similitudes y diferencias sobre la Pensión Compensatoria en las legislaciones española y francesa.
I.- Introducción.
La disolución del matrimonio no siempre implica una igualdad económica perfecta entre los cónyuges. La Pensión Compensatoria es un instrumento jurídico con forma de obligación económica creado con el objetivo de corregir este desequilibrio que puede generarse para uno de los cónyuges tras la ruptura del matrimonio.
La importancia de la Pensión Compensatoria se encuentra en que no solo se toman en cuenta las aportaciones económicas de cada cónyuge sino también contribuciones no económicas como el trabajo doméstico o el cuidado de los hijos.
El objetivo de este artículo es analizar y comparar dos modelos de Pensión Compensatoria: el francés y el español. Se pretende destacar las similitudes y diferencias en su concepción, requisitos, cuantificación y duración.
II.- El modelo español.
La Pensión Compensatoria fue creada en España cuando se revisó el Código Civil en el año 1981. Según el artículo 97 del Código Civil español, la Pensión Compensatoria pretende compensar el desequilibrio económico que implique un “empeoramiento en su situación anterior en el matrimonio”. Es decir que se deben comparar la situación previa al matrimonio y la de cuando se rompe este vínculo, y compensar, si está justificado, un desequilibrio en el ascenso social o profesional.
El artículo 97 también expone varios criterios para poder decidir si tal pensión se justifica, junto a la cuantía del pago. Entre estos criterios se encuentran la edad y la salud de los cónyuges, la cualificación y probabilidades de acceso a un empleo, la dedicación pasada y futura a la familia y la duración del matrimonio, entre otros.
La pensión puede establecerse de forma temporal, indefinida o en un solo pago, aunque esta última opción es menos frecuente.
La doctrina del Tribunal Supremo ha ido ajustando los criterios de concesión de tal pensión, tendiendo una interpretación más restrictiva, sobre todo cuando se trata de una pensión con duración indefinida.
Para terminar con el modelo español, hay que destacar que se puede revisar la cuantía de la Pensión Compensatoria en cuanto se produzcan cambios sustanciales en las circunstancias que la motivaron inicialmente. Esto puede incluir tanto una disminución en la capacidad económica del obligado al pago como una mejora en la situación económica del beneficiario.
III.- El modelo francés
La Pensión Compensatoria (prestation compensatoire en francés) existe en Francia desde el año 1975. La idea es que los cónyuges deben poder salir del matrimonio sin sufrir las consecuencias patrimoniales de las decisiones que tomaron durante dicho matrimonio. Es decir, considerar que, si el matrimonio hizo aparecer disparidades en el nivel de vida de los cónyuges, lo que no causaba problemas cuando estaban casados ya que existían transferencias financieras entre ellos, sí que es problemático cuando se rompe esta unidad financiera y la Pensión Compensatoria tiene como objetivo compensarlas.
Los artículos 271 y 272 del Código Civil francés exponen los aspectos que se toman en cuenta a la hora de decidir si se justifica una Pensión Compensatoria: duración del matrimonio (no se toma en cuenta la vida antes del matrimonio) edad y salud de los cónyuges, cualificación y situación profesional, consecuencias de las decisiones profesionales de un cónyuge para educar a los niños o favorecer la ascensión profesional del otro, y patrimonio después de la liquidación del régimen matrimonial, entre otros.
Esta pensión se distribuye en un solo pago. El objetivo de esto es que se agrupe todo el carácter contencioso del divorcio y se regule de una vez. El deudor puede pedir un escalonamiento del capital hasta 8 años. A modo de excepción se puede pagar como una renta vitalicia si la edad y la salud del acreedor no le permiten subvenir a sus necesidades. Si se paga de manera vitalicia, la pensión puede ser revalorada, suprimida o suspendida cuando la situación de uno u otro cambie.
IV.- Comparación: similitudes y diferencias
Teniendo en mente estas informaciones, cabe destacar que existen numerosas similitudes en ambos modelos.
En primer lugar, el objetivo es el mismo, compensar un desequilibrio económico entre los cónyuges al disolver el vínculo matrimonial entre los dos. En ambos países, se trata de una medida excepcional que se debe pedir especialmente, es decir que no tiene carácter automático cuando una pareja se divorcia.
En segundo lugar, los criterios de concesión de Pensión Compensatoria son similares, se toma en cuenta la edad y la salud de los cónyuges, la duración del matrimonio y la cualificación profesional y posibilidades de encontrar empleo, por ejemplo. Un factor clave para justificar el derecho a una Pensión Compensatoria y que se toma en cuenta en ambos países es el hecho de que uno de los cónyuges haya sacrificado su desarrollo profesional o económico para favorecer la vida familiar o la carrera del otro.
Sin embargo, también podemos encontrar dos grandes diferencias entre estos dos modelos:
- La primera, es la interpretación del desequilibrio. Los jueces franceses toman en cuenta el desequilibrio generado por el matrimonio, durante el tiempo del matrimonio, y no se toma en cuenta la situación previa, por eso es tan importante la cuestión de la duración del matrimonio en el modelo francés, porque un matrimonio que duró poco tiempo no puede haber generado un desequilibrio; duración del matrimonio que también es importante para considerar la Pensión Compensatoria.
- La segunda gran diferencia es el método de pago, mientras que en Francia es favorecido un pago único para acabar rápidamente con la conflictividad generada por el divorcio, que sea contencioso o no, en España se prefiere un sistema de plazos mensuales para evitar que el cónyuge beneficiario dependa únicamente de un solo pago y que se pueda adaptar con las circunstancias que van cambiando a lo largo del tiempo; aunque no se descarta un pago único, en España es poco habitual.
V.- Conclusión
La comparación entre la Pensión Compensatoria en Francia y en España pone de relieve cómo dos sistemas jurídicos con objetivos similares, pueden hacerlo de dos maneras distintas. Aunque ambos países reconocen la importancia de compensar los sacrificios personales y profesionales que uno de los cónyuges pudo haber hecho durante el matrimonio, difieren en algunos aspectos en la manera de interpretar ese desequilibrio y en la forma de ejecutar la compensación.
Traduction:
La prestation compensatoire en France et en Espagne: comparaison juridique
I.-Introduction.
La dissolution du mariage n’implique pas toujours une égalité économique parfaite entre les époux. La prestation compensatoire est un instrument juridique sous forme d’obligation économique créé dans le but de corriger ce déséquilibre qui peut apparaître pour l’un des époux après la rupture du mariage. L’importance de la prestation compensatoire réside dans le fait que l’on prend en compte non seulement les apports économiques de chaque époux mais aussi les contributions non économiques comme le travail domestique ou le soin des enfants. L’objectif de cet article est d’analyser et de comparer deux modèles de prestation compensatoire : le français et l’espagnol. Il s’agit en effet de mettre en lumière les similitudes et les différences dans leur conception, leurs conditions, leur évaluation et leur durée.
II.- Le modèle espagnol.
La prestation compensatoire (pensión coñpensatoria en espagnol) a été créée en Espagne lors de la révision du Code civil en 1981. Selon l’article 97 de ce Code civil, la prestation compensatoire vise à compenser le déséquilibre économique qui implique une «détérioration de sa situation antérieure au mariage».
Autrement dit, il faut comparer la situation antérieure au mariage à celle qui résulte de la rupture du lien matrimonial, et compenser, si cela est justifié, un déséquilibre dans l’ascension sociale ou professionnelle. L’article 97 expose également plusieurs critères permettant de décider si une telle mesure est justifiée, ainsi que des indications concernant le montant du paiement. Parmi ces critères figurent l’âge et la santé des époux, la qualification et les probabilités d’accès à un emploi, la dévotion passée et future à la famille, la durée du mariage, entre autres.
La prestation peut être fixée à titre temporaire, indéfini ou sous forme de versement unique, bien que cette dernière option soit plus rare.
La jurisprudence de la Cour suprême a ajusté les critères d’attribution de cette prestation, tendant vers une interprétation plus restrictive, surtout lorsqu’il s’agit d’une prestation à durée indéterminée.
Pour conclure sur le modèle espagnol, il convient de souligner que le montant de la prestation compensatoire peut être révisé lorsque des changements substantiels surviennent dans les circonstances qui l’avaient justifiée initialement. Cela peut inclure à la fois une diminution de la capacité économique de celui qui paie que l’amélioration de la situation économique du bénéficiaire.
III.- Le modèle français.
La prestation compensatoire existe en France depuis 1975. L’idée est que les époux doivent pouvoir sortir du mariage sans subir les conséquences patrimoniales des décisions qu’ils ont prises durant le mariage. Autrement dit, considérer que si le mariage a fait apparaître des disparités dans le niveau de vie des époux, ce qui ne posait pas de problème pendant qu’ils étaient mariés puisqu’il existait des transferts financiers entre eux, mais qui devient problématique lorsque cette unité financière est rompue, alors la prestation compensatoire a pour objectif de les compenser.
Les articles 271 et 272 du Code civil français exposent les éléments pris en compte pour décider si une prestation compensatoire est justifiée : la durée du mariage (la vie commune avant le mariage n’est pas prise en compte), l’âge et la santé des époux, les qualifications et la situation professionnelle, les conséquences des choix professionnels de l’un des époux pour éduquer les enfants ou favoriser l’ascension professionnelle de l’autre, et le patrimoine après la liquidation du régime matrimonial, entre autres.
Cette prestation est versée en un seul paiement. L’objectif est de regrouper tout le contentieux du divorce et de le régler en une fois. Le débiteur peut demander un échelonnement du capital jusqu’à 8 ans. À titre exceptionnel, elle peut être versée sous forme de rente viagère si l’âge et la santé du créancier ne lui permettent pas de subvenir à ses besoins. Si elle est versée à vie, la prestation peut être réévaluée, supprimée ou suspendue lorsque la situation de l’un ou de l’autre change.
IV.- Comparaison : similitudes et différences.
À la lumière de ces informations, il convient de souligner qu’il existe de nombreuses similitudes entre les deux modèles.
Premièrement, l’objectif est le même : compenser un déséquilibre économique entre les époux après la rupture du lien matrimonial. Dans les deux pays, il s’agit d’une mesure exceptionnelle qui doit être demandée expressément, c’est-à-dire qu’elle n’est pas automatique en cas de divorce.
Deuxièmement, les critères d’attribution de la prestation compensatoire sont similaires : on prend en compte l’âge et la santé des époux, la durée du mariage, la qualification professionnelle et les possibilités de retrouver un emploi, par exemple. Un facteur clé pour justifier le droit à une prestation compensatoire, et qui est pris en compte dans les deux pays, est le fait que l’un des époux ait sacrifié son développement professionnel ou économique pour favoriser la vie familiale ou la carrière de l’autre.
Cependant, on peut également relever deux grandes différences entre ces deux modèles :
La première grande différence est l’interprétation du déséquilibre. Les juges français prennent en compte le déséquilibre généré par le mariage, durant le mariage, et non la situation antérieure. C’est pourquoi la question de la durée du mariage est si importante dans le modèle français : un mariage de courte durée ne peut pas avoir généré un déséquilibre.
La deuxième grande différence concerne le mode de paiement : tandis qu’en France on privilégie un paiement unique pour mettre rapidement fin au conflit généré par le divorce, qu’il soit contentieux ou non, en Espagne on préfère un système de versements mensuels afin d’éviter que le conjoint bénéficiaire ne dépende d’un seul paiement et afin de pouvoir s’adapter aux circonstances changeantes dans le temps.
V.- Conclusion.
La comparaison entre la prestation compensatoire en France et en Espagne met en évidence comment deux systèmes juridiques, bien qu’ayant des objectifs similaires, peuvent y parvenir de deux manières différentes. Bien que les deux pays reconnaissent l’importance de compenser les sacrifices personnels et professionnels qu’un des époux a pu faire durant le mariage, ils diffèrent notablement dans la manière d’interpréter ce déséquilibre et dans la manière de réaliser la compensation.